«Azúcar y canela hacen a la vida buena»
Este refrán ya nos da una pista de la importancia y el prestigio de la canela dentro de la amplia variedad de especias. Ha sido una de las más valoradas y caras de la historia. En un primer momento fue placer exclusivo de aristócratas y familias acaudaladas, símbolo de ostentación y lujo. Además de estar presentes en exquisitos platos, ha sido también muy apreciada por sus otros usos medicinales y cosméticos.
Nuestros primeros recuerdos de su sabor y aroma los tenemos en esos maravillosos postres caseros, como puedan ser el arroz con leche o la vivificante leche merengada. Tuvimos suerte de tener quienes nos prepararan delicias tan exquisitas. Esperamos que las nuevas generaciones hereden el testigo culinario de estas tradicionales recetas y se sigan cocinando.
No solo trae recuerdos de nuestros momentos más tiernos y dulces de la infancia, sino que nos hemos quedado atrapados en su sugestivo aroma. Sí, nos hemos convertido en adictos. Encontramos siempre una excusa para añadir canela a todas clase de platos, tanto dulces como salados. Conozcamos algo más de la reina de las especias.
¿Qué es la canela y cómo se produce?
El árbol de la canela es también conocido como canelo y su nomenclatura exacta sería la de Cinnamomum zeylanicum o Cinnamomum verum. Tiene su origen en Sri Lanka (antigua Ceylan) y la India. Son a la vez los mayores cultivadores y exportadores de este producto. Pertenece a la familia del laurel y su forma es la de un arbusto de hoja perenne. Puede alcanzar un tamaño de unos 15m aunque se condiciona su crecimiento para facilitar su cultivo.
Las ramas se pelan y en ellas se hacen largas incisiones, arrancando la corteza para iniciar el proceso de secado. Las tiras de corteza, una vez secas, se disponen unas dentro de otras a modo de canutillo. Estos canutillos se cortan en diferentes tamaños para su comercialización. Para conservarla en casa lo más apropiado es guardarla en un tarro hermético en un lugar frío y donde no le dé la luz.
Para que os hagáis una mejor idea del aspecto que tiene el árbol de la canela y cómo se elabora podéis visualizarlo en apenas cinco minutitos:
Propiedades de la canela:
Entre sus propiedades más reconocidas podemos encontrar que es astringente, estimulante y carminativa. Ya podéis imaginar que decir esto aclara poco si no se explica qué significa. De estas tres cualidades más importantes han surgido sus distintas aplicaciones.
-Astringente:
En primer lugar lo de astringente quiere decir que tiene la propiedad de apretar, estrechar o contraer los tejidos orgánicos. Esto facilita la acción cicatrizante, antihemorrágica y antiinflamatoria. Por ello sus aplicaciones son múltiples: ayuda a combatir procesos inflamatorios como la bronquitis, laringitis, faringitis, infecciones varias, repara el tejido dañado, es antidiarreico, antiséptico, mejora la circulación…Así se explica por qué se ha utilizado en la elaboración de remedios, ungüentos, mixturas… desde tiempos inmemoriales. La medicina tradicional china y la ayurvédica de la India tienen en ella una gran aliada.
-Estimulante:
La propiedad de ser estimulante es la que ha catalogado a la canela como un alimento afrodisíaco. Efectivamente, nos mantiene alertas y atentos, vigoriza nuestro aparato locomotor y despeja la mente. Todas ellas cualidades que facilitan la actividad amatoria, entre otras.
-Carminativa:
Por último comentaremos eso de ser carminativa, porque si lo de ser astringente sonaba extraño, esto último no sabemos ni a lo que suena. Pues bien no es más ni menos que la facultad de ayudarnos a expulsar los gases que se acumulan en nuestro cuerpo 😉
Usos estéticos y cosméticos de la canela:
Ha sido un ingrediente muy apreciado en las elaboraciones cosméticas desde la Antigüedad. Sus beneficios para la piel y el cabello son variados por su efecto antioxidante y antiséptico, protectora ante hongos y verrugas. Y si a estos beneficios se le suma su embriagador aroma entendemos por qué es tan valorada.
Podemos encontrarla en multitud de productos de higiene y belleza corporal como cremas y aceites esenciales, champús, jabones, mascarillas, lociones…
Es muy común que se presente como aceite esencial, para cuya extracción se utilizan las hojas y la corteza. Cada parte de la planta da lugar a dos tipos de aceites distintos. El que se elabora con las hojas, que es más suave y de color más claro, y el realizado con la corteza. Este último se considera más fuerte y tiene un olor más intenso y un color más oscuro. Es un potente aromatizador para el hogar, muy agradable y cálido para nosotros. Además actúa como repelente contra mosquitos.
Que no ten cassia por canela. Aprende a diferenciarlas:
Junto a la variedad de Cinnamomum zeylanicum o Cinnamomum verum nos encontramos otras especies de árboles muy similares como el Cinnamomum cassia, entre otras. Este árbol es originario de China y por eso se le conoce también como canela china. De igual forma que la canela, se extrae su corteza y se seca para comercializarla.
El problema surge cuando nos quieren vender cassia por canela. Estamos siendo engañados y estafados si no podemos distinguir lo que compramos. La cassia es más barata y es menos valorada respecto a su sabor y aroma. A simple vista tienen un aspecto muy parecido aunque la cassia tiene un sabor menos delicado y suave, es casi picante.
Se usa también para la elaboración de platos y en cócteles. Cuando se presenta molida es más difícil de diferenciar pero en forma de canutillo o rama sí podemos evitar equivocarnos. Este canutillo presenta un aspecto más áspero, de color más oscuro, casi rojizo, su corteza es muy dura y se enrolla sobre sí misma, estando hueca por dentro. No se forma, como la canela, por superposición de finas cortezas unas sobre otras. Su uso es más común en el mercado norteamericano que en el europeo.
La cassia también se utiliza con más precaución por sus altos niveles de cumarina. Esta sustancia está presente también en la canela pero en mucha menor cantidad. La cumarina puede tener un efecto tóxico tanto para los riñones como para el hígado y no debemos excedernos en su consumo.
En este aclarador vídeo podéis conocer las variedades de “canela” que se producen y comercializan.
La canela en la ruta de la seda y las especias:
Quién no recuerda algo de las fabulosas aventuras de Marco Polo que tanto excitaron la imaginación de sus coetáneos allá por el S. XIII. Tan controvertido y cuestionado personaje nos ha dejado múltiples historias y anécdotas, algunas inverosímiles, precisamente en el contexto de estas rutas de intercambio económico y cultural.
Durante siglos, el comercio de especias ha tenido un papel muy importante en la vida y el desarrollo económico e incluso político de los países implicados. Tenemos referencias que datan del año 3.500 a.C. en el Antiguo Egipto. Esto nos indica que ya desde la Antigüedad existía este intenso intercambio de productos. Estas rutas cruzaban vastas extensiones de territorio y fueron causa y motivo de grandes conflictos entre naciones. Aquí podríamos recordar la belicosidad, durante la Edad Moderna, entre las flotas española, portuguesa, británica y holandesa por el control de estas rutas y la obtención de sus máximos beneficios. De igual modo, mencionaremos el acopio de poder e influencia de grandes compañías como fueron «La Compañía Británica de las Indias Orientales» o su mayor competidora «La Compañía Holandesa de las Indias Orientales»
La denominada como Ruta de la Seda es en sí misma una extensa red de rutas que incluía también el comercio de especias. A menudo se diferencian ambas rutas como dos hechos diferentes, aunque en realidad corresponden ambas al mismo entramado de itinerarios marítimo-terrestres. Estas rutas atravesaban montañas, desiertos y estepas desde China hasta el Mediterráneo Oriental con gran número de bifurcaciones. Desde esa parte de la ribera mediterránea se distribuía hacía Europa.
Precisamente nos interesa una de estas bifurcaciones que incluía paradas en Sri Lanka y en el Sur de la India. Estas paradas eran de suma importancia y se realizaban expresamente para recoger cargamentos de canela. Estaba muy arraigada la idea de que esta especia proporcionaba múltiples beneficios para la salud, además de sus otros usos culinarios y estéticos, como ya hemos visto. Una vez realizada esta parada la ruta podía continuarse a través del Mar Rojo o por el Golfo Pérsico. En ocasiones, se podía llevar el cargamento por tierra hasta conectar con alguna ruta en el interior.
En estos mapas podéis ver de manera esquemática tanto las rutas terrestres como las marítimas y las zonas de llegada en la ribera mediterránea.
Y si después de todo lo visto te sigue sin gustar la canela no pasa nada. A muchas personas no les agrada su aroma o su sabor, más para los caneloadictos 😉
Para adentrarnos en su disfrute aquí tenéis una receta para practicar vuestras dotes culinarias, un relato para dar rienda suelta a vuestra imaginación y una película con la que emocionaros.
Fuentes:
Pernot, FranÇois. La Ruta de la Seda. Bath: Parragon Books Ltd, 2007.
Morris, S, and Lesley Mackey. La gran enciclopedia de las especias. Barcelona: Ediciones Hymsa-Grupo Editorial Edipresse, 2001.