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Espaguetis a cualquier hora.

Llegó la hora de la pasta. No importa si eres rico o pobre, sabes cocinar o ni siquiera tu habilidad llega para freír un huevo. Lo cierto es que si la pasta ha traspasado fronteras es porque es capaz de adaptarse a cualquier circunstancia gastronómica, económica, cultural o social. Todo depende de los ingredientes que le quieras añadir. Ahí residirá la diferencia entre que el plato sea un lujo prohibitivo o un alimento para el más modesto de los comensales. De cualquier manera no sólo es nutritiva sino que además con muy pocos añadidos podemos convertirla en el más sabroso de los platos. Nuestra receta de espaguetis es todo un comienzo.

Ingredientes:

(Para dos personas).

-200g de espaguetis de sémola de trigo duro.

-1 diente de ajo grande.

-1 cucharada de perejil fresco picado.

-Pimienta al gusto.

-Aceite de oliva extra virgen.

-Sal.

Ingredientes: espaguetis, ajo y perejil

Elaboración:

Llenamos una olla alta con dos litros de agua (uno por cada 100g/por persona).  La llevamos a ebullición y le añadimos una cucharadita de sal. Agregamos los espaguetis y dejamos cocer durante aproximadamente 6-8 minutos. Removemos de vez en cuando. Hemos escogido espaguetis finos por la rapidez en la cocción y porque nos gusta más su textura.

Durante la cocción aprovechamos para coger una sartén grande y echarle un buen chorreón de aceite. Mientras que va cogiendo temperatura picamos el ajo lo máximo que podamos. Lo incorporamos a la sartén y dejamos que vaya soltando todo su aroma a fuego lento. Cuidado con que no se dore porque corre el riesgo de quemarse. En seguida le sumamos el perejil también muy picadito.

Sartén con aceite, ajo y perejil.

Es el momento de ver cómo nos va la pasta y sacarla de la olla según nos guste más o menos al dente. A nosotros nos gusta al dente, al estilo propiamente italiano, con su puntito de firmeza.

Con un ojo en la sartén y otro en el colador, escurrimos los espaguetis. Nada de enjuagarla puesto que la vamos a tomar al momento. La agregamos a la sartén con nuestro picadillo de ajo y perejil y removemos con movimientos suaves y envolventes.

Apagamos el fuego y antes de emplatarla cogemos nuestro molinillo de pimienta y le damos el punto perfecto de acabado.

Plato de espaguetis.

Resulta una combinación muy saborizante a pesar de lo básico de los ingredientes.

Sugerencias:

  • Esta receta es la base sobre la que podemos añadir otros ingredientes como por ejemplo unas anchoas. Las añadimos picadas a la sartén antes de agregar la pasta. Lo mismo podemos hacer con algo de bacon o incluso con unas gambitas o almejas. ¡A partir de aquí es un sumar y no parar!

 

  • Para las personas enemigas de la pasta por cuestiones de dietas u otra clase de «torturas» culinarias, recordad que tenéis una selección de pastas integrales a vuestra disposición. También podéis disminuir el tamaño de vuestras porciones. No hay excusa para no comer pasta. Disfrutadla fabricada con de distintos tipos de cereales e incluso con vegetales añadidos.

 

  • Con algunas hierbas aromáticas frescas, como con el perejil de esta receta, nosotros tenemos un pequeño truquillo para que nunca nos falte en casa. Recién lavadas, las picamos finamente y las metemos en un recipiente pequeño que guardamos en el congelador. Cuando necesitamos un poco solo tenemos sacarlo del congelador y listo.  Mantienen bastante bien sus propiedades y su sabor y nos ahorra un montón de trabajo.

 

  • La gastronomía italiana ha sido representada en la historia del cine en múltiples ocasiones. Quién no recuerda la  memorable escena del plato de espaguetis compartido entre la Dama y el Vagabundo. Otro tándem inequívoco es el del cine de mafiosos y el restaurante italiano, donde las reuniones no siempre acaban bien. En  Bight Night: Una gran noche encontramos una historia de italianos y cocina italiana sin igual, no os la perdáis.
curry de garbanzos

Curry de garbanzos y espinacas.

El curry es una de las mezclas de especias más conocida. Muchas son sus variedades y, de hecho, es en realidad un nombre genérico que agrupa la conjunción de numerosas y diferentes especias. En su presentación podemos encontrar toda una extensa gama de colores con tonalidades que varían desde el verde, rojo, amarillo… más o menos picante. Su combinación con las legumbres es ideal y en el caso de los  garbanzos , le añadirá un extra algo exótico e innovador.

Cocinaremos un plato nutritivo y lo aderezaremos con el sabor y aroma inconfundible del curry más común, el que podemos encontrar en la sección de especias de cualquier supermercado del mundo. Plato 100% vegano para los que desean seguir una dieta libre de productos de origen animal.

Ingredientes:

(Para dos personas y un poquito más).

-250g de garbanzos cocidos.

-300g de hojas de espinacas.

-1 cebolla mediana.

-1 patata pequeña.

-1 cucharadita de curry.

-Aceite de oliva extra virgen.

-Sal.

Elaboración:

Preparamos la cocción de los garbanzos o bien recurrimos al socorrido bote de garbanzos cocidos. No hay que acomplejarse por utilizar conservas, siempre que  sean de calidad. Una vez cocidos, los apartamos para cuando lo vayamos a utilizar.

garbanzos cocidos

Lavamos muy bien las espinacas, las troceamos y las reservamos para el momento de  añadirlas a la olla.

espinacas limpias y cortadas

Pelamos y picamos la cebolla y la ponemos a rehogar en una olla bien grande, con un poquito de aceite de oliva extra virgen y sal.

cebolla rehogada

Cuando veamos que está cogiendo colorcito y su cuerpo se transparenta, le añadimos las espinacas.Hemos aconsejado usar una olla bien grande porque las espinacas crudas son muy voluminosas hasta que no se reducen por la cocción. Vamos removiendo la cebolla junto con las espinacas aproximadamente unos 10-15 minutos.

garbanzos y espinacas rehogados

En este punto añadimos los garbanzos y la patata previamente cortada en cascos. Luego removemos unos 5  minutos más para ligar todos los sabores. A continuación es el momento de sumarle la cucharadita de curry. Cubrimos con agua y rectificamos de sal. Esperamos unos 15 o 20 minutos a que la patata se cueza y suelte todo su almidón.

cocción de garbanzos y espinacas

Y el resultado final:

curry de garbanzos

Un plato consistente, muy nutritivo y apetitoso. Garbanzos y espinacas, una alianza la mar de saludable. Os aportará proteínas vegetales y un sinfín de los mejores minerales (potasio, magnesio, fósforo, calcio, hierro, zinc) Tampoco  nos olvidamos de su alto  contenido en fibra y su múltiples vitaminas  (A, B1, B2, B6, B9, C, E y K) Sus hidratos de carbono de lenta absorción os ayudarán a manteneros con energía todo el día. Además su preparación es muy sencilla. ¡Qué más se puede pedir!

Sugerencia:

  • Podemos sustituir la patata por cuscús,  preferiblemente de grano fino. Si habéis preparado recientemente algo de  cuscús  y os ha sobrado sémola cocida, esta es vuestra ocasión para no desperdiciar ni un solo grano. Os quedará también un plato muy untuoso.
Presentación de cuscús

Cuscús dulce

Hoy le vamos a sacar partido a uno de los platos que pueden funcionar como base de las más variadas combinaciones, tanto en su tradicional presentación, como en otras formas de preparación. El cuscús está presente en numerosas zonas del Magreb y es uno de los platos más reconocidos de su cocina. Parece tener su origen en la cultura bereber, aunque existen referencias históricas de su consumo por todo el norte de África y también en Europa. Originariamente se cocina con garbanzos, verdura y carne.

Su ingrediente principal es la sémola de trigo duro. Aprovechando la versatilidad de estos granitos de sémola haremos una variante dulce. No será propiamente cuscús como tal pero pensamos que es la mejor manera de denominar este plato con el que sorprenderéis a vuestro paladar y al de vuestros invitados.

Ingredientes:

(Para dos personas).

-125g de sémola de trigo duro de grano pequeño.

-1 cebolla grande o dos pequeñas.

-20 pasas de Málaga.

-15 almendras.

-1 cucharada rasa de canela.

-1 cucharada rasa de azúcar moreno.

-1 cucharada de avena (opcional)

-4 unidades de anís estrellado (opcional para decorar)

-Un chorreoncito de aceite.

-Sal.

cuscús, almendras, pasas y avena

Elaboración:

Lo primero que vamos a realizar es un tostado de las almendras. Las picamos en un mortero y las ponemos en una sartén para que se vayan tostando poquito a poco sin que se quemen. Retiramos y reservamos.

almendras picadas

Pelamos y picamos la cebolla, con un poquito de aceite y sal la vamos rehogando en la misma sartén en la que hemos tostado las almendras. Cuando ya estén a medio pochar añadimos las pasas de Málaga. En este punto habrá que indicar que es más común emplear pasas sultanas o pasas de Corinto para cocinar. Sin embargo, y aprovechando que  lo meses posteriores del verano tenemos esta variedad de pasas pasas recién salidas del pasero, hemos optado por utilizarlas. Son pasas con un sabor más natural, a uva moscatel,  puesto que su elaboración no contempla más que un proceso natural de secado al sol. No llevan aditivos de ningún tipo. Aunque conservan sus semillas se las hemos quitado fácilmente. Arrancamos el rabito de la pasa y por ahí sacamos los huesecillos. Merece la pena entretenerse. Seguimos rehogando hasta su completa cocción.

sartén con cebolla y pasas rehogadas

A continuación, comenzamos a preparar el cuscús. Para ello seguiremos las instrucciones que nos indique el envase. En general, vamos a ver que por cada cantidad de sémola nos recomiendan la misma cantidad de agua. Sin embargo, esto puede variar según el fabricante. Tened en cuenta que el producto viene ya precocido y que esto puede modificar su forma de cocción. Por eso es importante leer bien las instrucciones.

En una olla o cazo vertemos el agua y un poquito de aceite. Cuando esté casi a punto de ebullición le echamos una pizca de sal. Seguidamente lo retiramos del fuego, añadimos la sémola, lo tapamos y lo dejamos reposar entre 2 y 5 minutos. Es la horquilla de tiempo que suelen recomendar las distintas marcas. Una vez que tengamos el cuscús listo, con un tenedor iremos desapelmazando los granos de sémola para que queden sueltos y ligeros en cada bocado.

cuscús

Listo. Así de sencillo. Sólo queda montar el plato añadiendo el resto de los ingredientes que aromatizan y aportan  fuerza al cuscús. Disponemos el cuscus en una bandeja o plato. Jugaremos con  dos formas de presentación. Una de ellas es realizar «caminitos o senderos» desde un extremo del plato hasta el centro. En el centro colocamos la cebolla rehogada  y las pasas. Cada sendero corresponde a un ingrediente distinto. Un camino de almendras, otro de canela, otro de azúcar moreno y finalmente de avena. Esto de la avena es una excentricidad nuestra. Nos hemos vuelto tan aficionados que no nos importa añadir cereal sobre cereal. Aprovechemos que el cuscús aún está caliente para que la canela y el azúcar moreno se fundan con la sémola.

Por último utilizaremos el anís estrellado para decorar. Lo dispondremos entre «sendero y sendero». Al servir el plato ya veréis como su embriagador aroma nos abre el apetito. Os dejamos una imagen para que se vea mejor todo esto de «caminos o senderos»

cuscús dulce

También podemos espolvorear todos los ingredientes  sin ningún orden, todos mezclados.

cuscús dulce pequeño

Presentación de cuscús

 Sugerencias:

  • Si os apetece, a la hora de cocinar el cuscús podéis sustituir el aceite por un poco de mantequilla. Lo añadís cuando el cuscús esté listo y se va mezclando poco a poco mientras lo trabajáis con el tenedor.

 

  • Hay otros frutos secos, aparte de las almendras, que quedan geniales con este plato: piñones, nueces, avellanas e incluso todos ellos a la vez.

 

  • ¿Sois muy golosos? Atreveos a añadir algo de miel en la sartén junto con la cebolla y las pasas y luego nos lo contáis, a ver qué tal. 😉